Además de cuidar todos los procesos de producción de calderas, es necesario asegurar la calidad y seguridad de los equipos complementarios, especialmente los sometidos a esfuerzos mecánicos debidos a la presión. Para ello una de las pruebas que complementa a otras como las radiografías, ultrasonidos, líquidos penetrantes o inspecciones visuales, es la prueba de presión hidrostática o comúnmente conocida como prueba hidráulica.
¿Qué es la prueba de presión hidrostática?
La pruba de presión hidrostática se define como la aplicación de presión en el interior de un equipo o línea de tuberías fuera de operación, con el fin de verificar su resistencia y hermeticidad, teniendo en cuenta las uniones soldadas y embridados, utilizando un fluido no corrosivo, normalmente agua.
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¿Cuándo y cómo hacer una prueba hidráulica?
El marco legal europeo aplicable es la Directiva de equipos a presión «2014/68/UE», donde se indica la necesidad de realizar esta prueba en todo equipo o línea de tuberías de fabricación nueva, ya sea en las instalaciones del fabricante o en las del propietario y/o usuario cuando se trata de líneas que se terminan de instalar en campo. Adicionalmente, la prueba de presión hidrostática también es necesaria cuando se realizan reparaciones o modificaciones en equipos o líneas puestas en servicio con anterioridad.
Normalmente, un equipo que haya sido probado en los talleres del fabricante no necesita ser probado nuevamente después de su instalación, a menos que sea requerido por algunas de las partes interesadas o si existe alguna sospecha de que el equipo haya sufrido algún daño durante el transporte.
Los códigos de diseño de los equipos y líneas de tuberías establecen cuáles son las condiciones físicas que deben darse antes, durante y después de la realización de la prueba de presión hidrostática, con el fin de garantizar unos resultados fiables. Estas condiciones hacen referencia a la presión de prueba, temperatura ambiente y del fluido, así como las características intrínsecas del material.
Las normativas de aplicación pueden tener orígenes muy diversos, pero CERNEY está capacitada para fabricar bajo cualquier normativa de prestigio
- EN13445 para equipos a presión no sometidos a la llama,
- EN12952 para calderas acuotubulares
- EN12953 para calderas pirotubulares
- AD-Merkbläter, BS, AS, CODAP; americanos tales como: ASME I para calderas, ASME VIII para equipos a presión, ASME B31.1 para tuberías de potencia y B31.3 para tuberías de proceso, ANSI, API, etc.)
Además, desde el punto de vista de la seguridad la entidad responsable de la realización de la misma debe emitir procedimientos y/o instrucciones técnicas de cómo proceder en su realización. Éstos a su vez, pueden o incluso deben ser aprobados por terceras partes implicadas.
¿Por qué hacer la prueba de presión?
Se ha expuesto anteriormente qué es una prueba de presión hidrostática y, además, cuándo y cómo ha de realizarse la misma, pero realmente, ¿cuál es el propósito real de la misma?
Al realizar la prueba de presión hidrostática se somete el material a unas condiciones extraordinarias, mucho más exigentes que aquellas que se encontrarán durante el funcionamiento normal para el que el equipo o línea ha sido diseñado, así pues, se entiende que si el valor de presión interna se mantiene constante durante la prueba, y tras la inspección visual se constata que no existen fugas ni deformaciones permanentes, el equipo o línea ha sido diseñado y fabricado de acuerdo a los criterios requeridos y por lo tanto, puede ser considerado seguro.