Como en cualquier máquina expuesta a un uso continuado, si realizamos un adecuado mantenimiento, conseguiremos maximizar su vida útil y, al mismo tiempo, aumentaremos las posibilidades de que los incidentes sean de menor grado o nulos.
Este control preventivo, realizado de forma correcta y profesional, es una inversión a corto y largo plazo, dado que su repercusión es positiva desde un primer momento.
Más adelante, se enumeran una serie de consejos preventivos para calderas industriales.
¿Qué es el mantenimiento preventivo?
El mantenimiento preventivo es una supervisión que permite detectar posibles averías antes de que lleguen a producirse y desemboquen en costes mayores o fallos en el funcionamiento, limitando el rendimiento habitual.
Si no se actúa de la manera señalada, la eficiencia no será la óptima posible y el consumo de la caldera se verá también afectado aumentando cada vez más.
Un correcto proceso de control implica un seguimiento exhaustivo de todas las incidencias que han ido produciéndose. Estas “Lesson Learnt” deben quedar registradas en un cuaderno de cargas con el fin de que no vuelvan a repetirse a futuro.
Los tipos de mantenimiento vendrán categorizados por la frecuencia con la que deben realizarse: diarios, semanales, mensuales y anuales.
Consejos de mantenimiento preventivo para calderas industriales
El mantenimiento preventivo de calderas industriales ha de hacerse de manera minuciosa, detallada y profesional para que así el rendimiento sea óptimo, evitando incidencias y paros de producción inesperados.
1. Puntos de control
Una buena fórmula para evaluar el correcto funcionamiento de estas máquinas es crear una pauta de control donde se deberá incluir una serie de indicadores, también conocidos como KPIs (Key Performance Indicator). Estos indicadores nos servirán para evaluar el estado en el que se encuentra la maquina y poder compararlos.
Dependiendo de la importancia de cada uno de ellos, se le asignará una frecuencia de control u otra, al igual que un responsable. Por ejemplo, el nivel de agua es recomendable que se revise diariamente, mientras que el material refractario con revisarlo anualmente sería más que suficiente.
2.Limpieza periódica
Además del control, una limpieza periódica y constante hará que se encuentren en su punto de funcionamiento óptimo como, por ejemplo, retirar restos de hollín, cal y otros restos del trabajo interno.
3.Limitar el desgaste
La presencia de sólidos disueltos repercute bastante en el mal funcionamiento de la caldera. Para evitarlo, una purga de lodos será lo más apropiado, evitando así el desgaste.
4.La calidad del agua
Este es uno de los factores de mayor relevancia para evitar incidentes en el interior de la caldera. Este factor vendrá determinado por sus niveles de conductividad, dureza, concentración de iones de hidrógeno y presencia de otros minerales disueltos. Para conocer los requisitos que esta debe cumplir se debe recurrir a la norma EN 12953-10:2003, si estamos en España y, en caso contrario, la que corresponda al país de destino del equipo.
5.El aislante
Para mantener una temperatura constante, el aislante es el mejor aliado. Evitar pérdidas de calor por fallos o desperfectos en el aislamiento permitirá que la eficiencia se conserve a lo largo del tiempo.
¿Cómo saber cuándo se necesita reemplazar una caldera de vapor?
La vida útil de una caldera industrial de vapor vendrá determinada, en primer lugar, por la calidad de los materiales utilizados por el fabricante. En segundo lugar, dependerá de la experiencia que tenga el fabricante en suministrar equipos de este tipo. Es necesario disponer de un equipo de ingenieros muy cualificados y contratar a soldadores profesionales para desarrollar este tipo de trabajos. En última instancia, un correcto mantenimiento hará que la caldera dure el máximo tiempo posible bajo las mejores condiciones de trabajo.
Generalmente, el periodo de funcionamiento de este tipo de equipos es de entre 20 y 25 años. Dependiendo del fabricante y la correcta supervisión de la caldera, el plazo puede variar.
Por ello, es necesario que este proceso de fabricación y análisis sea realizado por personal especializado, como el que integran empresas como Cerney, líderes en energía térmica.